Antes de nada quiero pedir disculpas a aquellos que han ido mirando el blog estas últimas semanas a la espera de ver algo nuevo colgado referente a 'Tecnología muerta' (o no). Y es que hay temporadas que como bien sabreis falta tiempo para todo.
Así que sin más dilación vamos con esta tercera y penúltima entrada de 'Tecnología muerta', centrada en esta ocasión en el 'motor' que daba vida a todo lo que estamos visitando.
Nos ponemos el casco, y procedemos a entrar a las salas de máquinas.
Aqui vemos los cuadros de acometida eléctricos, donde algun cable aún permanecía conectado a ellos y era llevado a otra lugar.
Aqui no pude evitar hacer las fotos deprisa y corriendo y salir rápido. El fuerte zumbido de la alta tensión aún presente en la sala no presagiaba nada bueno si exploraba mucho aquellas intimidantes máquinas.
Potentes y elevados ganchos actuaban en forma de grúa para mover la pesada maquinaria y sus piezas por dentro de la sala.
Uno de los dos potentes grupos electrógenos que daban vida a toda la instalación en caso de caída eléctrica.
Finalmente, y ya en el exterior, me topo con este hidrante cansado por el paso de los años y derrotado por la soledad. Tumbado sobre el alto cesped, rememora aquellos esplendorosos años donde su pintura brillaba al sol y el agua recorria orgullosa sus entrañas.
Hombreeeeeeeee!! Ya se estaba haciendo demasiado de rogar la tercera entrega.
No puedo entender cómo se mantiene un edificio así, en estado de abandono pero con los generadores funcionando...
Espero prontito la cuarta entrega...